Herencia española en Santo Domingo. Principales edificaciones coloniales.

Herencia española en la capital de República Dominicana

En el año 1492 el Almirante Cristóbal Colón conquistó y colonizó La Hispaniola, nombre con que bautizaron la isla que actualmente comparten la República Dominicana y la República de Haití. Poco tiempo después la parte oeste de la isla fue colonizada por los franceses quedando la parte este bajo dominio español.

Como resultado del proceso de colonización y gobierno español en la parte este de la isla, en la actual República Dominicana se percibe el resultado de la absorción de la cultura española.

La colonización implicó sacar el máximo de los recursos de los nuevos territorios, a expensas de la explotación de la mano de obra originaria, los taínos y de los esclavos traídos de África. Como consecuencia, la memoria histórica de la época en términos de infraestructura es prácticamente la española y la ciudad donde se concentra la mayor cantidad de edificios coloniales es la capital dominicana, Santo Domingo.

La parte más antigua de la ciudad de Santo Domingo lleva el nombre de ciudad colonial, la cual en el año 1990 fue declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO y sin duda es el punto imperdible a visitar al viajar a la República Dominicana.

Entre los principales atractivos de la zona se destaca el Parque Colón, creado en sus orígenes como una plaza donde se realizaban escenificaciones culturales y en la que aún en la actualidad se pueden encontrar declamantes, artistas y músicos callejeros que al son de la tambora y el acordeón interpretan el merengue, música típica nacional que conquista los sentidos y las caderas de quienes la escuchan.

La Fortaleza Ozama es uno de los ejemplos más destacados de la herencia española en Santo Domingo. Construida en el siglo XVI, esta fortaleza fue la primera edificación de piedra en el Nuevo Mundo. Su imponente estructura y sus gruesos muros de piedra son un claro reflejo de la arquitectura militar española de la época.

El Parque Colón es un espacio ideal para sentarse en una de sus bancas y relajadamente contemplar las bellezas de la arquitectura española. Es un lugar muy frecuentado por las familias locales, sobre todo en fin de semana, donde se deja a los niños corretear mientras los mayores conversan amenamente.

Otro sitio emblemático de la Ciudad Colonial es la Puerta del Conde, ubicada en la calle Independencia. Esta zona fue muy importante en los tiempos de la guerra de la colonización, ya que dicho sector posee una altura estratégica para cualquier ataque a Santo Domingo.

Frente a la Puerta del Conde se encuentra la Calle El Conde, un largo paso peatonal entremedio de exquisitos edificios con fachadas de diversos estilos arquitectónicos clásicos. El Conde, como se le conoce popularmente, posee un especial atractivo tanto para dominicanos como para los turistas, pues mientras se camina su largo trayecto, a los lados se encuentran diversidad de comercios, restaurantes, hoteles, tiendas de recuerdos y artesanías. Su atmósfera combina lo antiguo y lo moderno, lo colonial y lo bohemio.

Quienes gustan de los monumentos religiosos, encontrarán en la zona colonial la catedral de Santa María la Menor, la primera catedral de América. Este hermoso templo posee un estilo gótico, el cual primaba en aquel entonces en las construcciones de las Iglesias católicas.

La Catedral Primada, como se le conoce, se encuentra ubicada entre las calles Arzobispo Meriño e Isabel La Católica, junto al Parque Colón, quedando su puerta principal al oeste, frente a la calle Arzobispo Meriño, casi esquina Arzobispo Nouel.

En la actualidad la Catedral oficia servicios religiosos de manera regular, recibe la visita guiada de cientos de turistas cada día y es frecuentemente utilizada para la celebración de bodas.

La Catedral Primada de América es otro tesoro arquitectónico que perdura desde la época colonial. Esta catedral, construida entre 1514 y 1540, es considerada la primera catedral de América y uno de los principales exponentes del estilo gótico y renacentista en el continente. Su fachada imponente y su interior ricamente decorado con retablos y obras de arte religioso, son una muestra del legado español en la isla.

No menos importante, está el Palacio de Borgellá, ubicado en la calle Isabel La Católica No. 103. Este edificio fue la sede de la Real Audiencia durante la Anexión de la República Dominicana a España en el 1861. Lleva el nombre de Gerónimo de Borgella, pues fue este quién en el 1823 reconstruyó estas instalaciones. Hoy día el Palacio de Borgellá es utilizado como sede de algunas oficinas gubernamentales.

Cabe destacar que el actual gobierno de la República Dominicana ha iniciado un plan de restauración de su parte antigua, la Ciudad Colonial, para mantener palpitante la herencia histórica y atraer un mayor número de turistas.

Y ahora, al finalizar nuestro recorrido en letras por medio de la imaginación, les invitamos a hacer del recorrido una realidad visitando estos patrimonios históricos de la República Dominicana.

Herencia española en República dominicana

La herencia española en la República Dominicana es innegable y se puede apreciar en numerosas edificaciones coloniales que aún se conservan en el país. Estas construcciones son testigos silenciosos de la influencia de la cultura española en la isla.

La Casa de Diego Colón, situada en la Zona Colonial de Santo Domingo, es otro ejemplo de la herencia española en República Dominicana. Esta casa, construida en el siglo XVI, fue la residencia del hijo de Cristóbal Colón, Diego Colón, y su esposa María de Toledo. En su interior se pueden apreciar muebles y objetos de la época, así como hermosos patios y jardines que evocan la vida de la alta sociedad colonial.

El Alcázar de Colón es otro destacado vestigio de la herencia española en Santo Domingo. Esta imponente edificación, construida por Diego Colón, fue la residencia de la familia Colón en la isla. Su arquitectura renacentista, sus amplios salones y sus jardines bien cuidados transportan a los visitantes a la época de la colonización española.