Saltos en la República Dominicana
Cerrar los ojos, saltar, sentir la suave brisa en todo el cuerpo, soñar con un futuro incierto, liberar las penas, vivir la vida y finalmente caer en una refrescante explosión de agua cristalina, sumergirse en las profundidades de un río y salir…salir a la superficie en una especie de renacimiento, un regreso al mundo real luego de una sublime experiencia.
Todo esto es la oportunidad que brindan los saltos, largas cascadas de agua cristalina que terminan en ríos o lagos. En República Dominicana el llamado “ecoturismo” ha sacado ventaja de estos pequeños oasis y organizan varios tours en el año para que tanto turistas como ciudadanos locales puedan conocerlos y disfrutar de esta aventura.
En un país conocido por su historia y por sus playas, las personas muchas veces olvidan explorar un poco más allá de lo que está a la vista. Profundizar en aquellos lugares escondidos dónde se encuentra la verdadera belleza de una tierra, y por años los saltos estuvieron así, ocultos y olvidados entre paisajes hermosos y rutas emocionantes.
Luego, debido a la inquietud de muchos jóvenes dominicanos por conocer su país al máximo, varias empresas turísticas decidieron organizarse y formar tours que cada fin de semana visitan uno de estos lugares tan especiales. Ya sean sitios remotos o cercanos, estos tours brindan la oportunidad de poco a poco ir conociendo una isla de cientos de bellezas naturales.
La República Dominicana es dueña orgullosa de un sinnúmero de saltos que, además de ser visualmente impresionantes, son el lugar perfecto para refrescarse en el caluroso y volátil clima del trópico.
El salto más popular es el llamado “Salto del Limón”, ubicado en la comunidad del Limón en los alrededores de la sierra de la provincia de Samaná, en la península del mismo nombre, a unos 300 metros sobre el nivel del mar.
Una de las cascadas más famosas de República Dominicana, ubicada en la península de Samaná. Este salto de agua de 52 metros de altura ofrece un espectáculo impresionante y refrescante para aquellos que se aventuran a visitarlo. Además, El Limón está rodeado de una exuberante vegetación tropical que lo convierte en un lugar ideal para hacer senderismo y disfrutar de un día en la naturaleza.
Es una cascada localizada en medio de un bosque húmedo tropical, que desemboca en una piscina natural de agua asombrosamente cristalina. La cascada está formada por tres salidas del Río el Limón, en las que desemboca el agua que viene deslizándose por una pared de color verde, debido a cientos de helechos y la humedad de la zona.
Para llegar al mismo se debe primero arribar al pueblo de Samaná para iniciar un recorrido en un vehículo 4 x 4, para después acceder al bosque a caballo o caminando. La subida se realiza con la ayuda de guías especializados que asisten a los visitantes y la caída…bueno, la caída es la experiencia más maravillosa que se puede vivir.
Otro salto bastante popular entre los dominicanos y que causa mucha curiosidad turística es el conocido “Gran Salto de Jimenoa”, uno de los principales atractivos con los que cuenta la pequeña ciudad de Jarabacoa. Este pequeño paraíso está bastante escondido y el acceso puede ser un poco complicado.
Sin embargo, todo el que lo visita que hechizado con su belleza y admite que vale la pena el recorrido. Además de que el viaje es casi un 2 x 1, pues en el área existen dos saltos de características similares. La altura del “Gran Salto de Jimenoa” es de casi 40 metros y su desembocadura es en el río del mismo nombre.
Esta cascada de dos niveles se encuentra en medio de un paisaje montañoso espectacular. Los visitantes pueden disfrutar de un refrescante baño en las aguas cristalinas, rodeados de impresionantes acantilados y vegetación exuberante.
El tercer salto muy visitado, pero menos conocido es el “Salto de Aguas Blancas” ubicado en la paradisiaca ciudad de Constanza, uno de los lugares más fríos del país y con las flores y paisajes más hermosos. El “Salto de Aguas Blancas” está situado a 20 kilómetros del municipio y cuenta con un sendero de unos 600 metros que permite a las personas llegar caminando hasta la cima.
La Cascada de Aguas Blancas, en Constanza, es otra joya natural de República Dominicana. Esta cascada de 83 metros de altura es una de las más altas del Caribe. Su nombre se debe a las aguas cristalinas que caen por las rocas blancas, creando un espectáculo visual impresionante.
Tiene una altura de 83 metros, uno de los más altos del país, y la temperatura promedio del agua es 10 grados centígrados. Se encuentra a más de 1600 metros sobre el nivel del mar. Sus alrededores están decorados por un hermoso bosque endémico de pino criollo y por esta razón es una zona protegida y altamente vigilada.
Solo queda disponerse para la aventura de conocer estos y todos los saltos que pertenecen a la República Dominicana y vivir la experiencia de escalarlos, pero sobre todo de dejarse caer en las cristalinas aguas que esperan a los valientes visitantes.
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¡Vaya! ¡Esos saltos en República Dominicana están para morirse de la emoción! ¿Quién se apunta para la próxima aventura?
¡Qué maravilla de saltos en la República Dominicana! Definitivamente, un paraíso natural que hay que visitar.
Estoy completamente de acuerdo contigo. La República Dominicana es un lugar espectacular para disfrutar de sus impresionantes saltos. No puedo esperar para visitar este paraíso natural. ¡Gracias por compartir!