El carnaval de Santo Domingo

Origen del carnaval dominicano

El carnaval dominicano es una de las festividades más importantes y coloridas de la República Dominicana. Sus orígenes se remontan a la época colonial, cuando los esclavos africanos llevaban a cabo sus propias celebraciones para alegrarse y olvidar por un momento las duras condiciones en las que vivían.

Con el paso del tiempo, estas festividades se fusionaron con las tradiciones europeas, especialmente las españolas, dando origen a lo que hoy conocemos como el carnaval dominicano. Durante el carnaval, las calles se llenan de música, bailes, comparsas y disfraces, creando un ambiente festivo y alegre.

Una de las características más destacadas del carnaval dominicano es la presencia de personajes emblemáticos que desfilan por las calles. Entre ellos se encuentran los «diablos cojuelos», personajes con trajes coloridos y máscaras que representan el bien y el mal. También se pueden encontrar «robalagallinas», «vejigantes» y «lechones», todos ellos con vestimentas y máscaras llamativas.

El carnaval dominicano se celebra en diferentes ciudades del país, pero el más destacado es el carnaval de Santo Domingo, la capital. Durante varios días, las calles de la ciudad se llenan de música, comparsas y desfiles, atrayendo a miles de visitantes tanto nacionales como internacionales.

En resumen, el carnaval dominicano es una festividad llena de alegría, música y color, que combina tradiciones africanas y europeas. Con sus personajes emblemáticos y desfiles callejeros, el carnaval de Santo Domingo es una experiencia única que no te puedes perder si visitas la República Dominicana.

En República Dominicana febrero significa mes patrio, inicio de la Cuaresma y Carnaval. Siguiendo las heredadas tradiciones españolas de la carnestolenda, en el país se celebran estas manifestaciones populares con anterioridad al inicio de la época cuaresmal.

Según datos históricos, las primeras manifestaciones carnavalescas en el territorio datan de antes del año 1520, durante la época de la colonización, cuando los españoles usaban disfrazarse y desfilar por las calles de Santo Domingo. Hoy en día, el Carnaval es reconocido como una de las expresiones más importantes de la cultura popular dominicana, la que cuenta como actor principal al pueblo mismo.

En las diversas regiones del país se encuentran distintas expresiones de las fiestas de Carnaval, cada una de ellas única e interesante. Entre las fiestas más reconocidas se encuentran el Carnaval de la ciudad de La Vega, donde se destaca el disfraz de diablo cojuelo, el Carnaval de Santiago de los Caballeros con sus lechones, San Pedro de Macorís con los guloyas, entre otros.

A pesar de que cada una de estas manifestaciones tiene características particulares y se rige por un calendario y organización propia, la celebración carnavalesca más grande y concurrida se lleva a cabo en la ciudad de Santo Domingo, capital de la República Dominicana.

El Carnaval de Santo Domingo tiene la característica de reunir tanto expresiones propias como representaciones de los disfraces y tradiciones de cada uno de los carnavales que se realizan en las demás provincias y municipios del país.

La gran fiesta se realiza en el último domingo de febrero, a lo largo y ancho de la Avenida George Washington, conocida también como el Malecon, justo a orillas del Mar Caribe. Se trata de un evento que congrega a miles de personas, de todas las edades y clases sociales, que se dan cita para disfrutar de un hermoso desfile de disfraces multicolores, carrozas alegóricas y curiosos personajes, todos animados por las armonías de las músicas tradicionales dominicanas.

Una de las principales atracciones del desfile o carnaval de Santo Domingo es precisamente la reunión en un solo espacio de las diversas manifestaciones culturales de todo el país, resaltándose en ellas las influencias españolas, indígenas y africanas arraigadas en la esencia del pueblo.

Entre los personajes propios del carnaval de Santo Domingo se destacan los siguientes:

El diablo cojuelo. Lleva el mismo nombre que el personaje principal del Carnaval de la ciudad de La Vega, sin embargo se trata de disfraces distintos. El diablo cojuelo capitaleño viste un traje con capa multicolor y cuelga numerosos espejos, cascabeles y cencerros.

Cuenta la tradición que este personaje constituye una parodia a los señores pretenciosos de la época colonial. El personaje lleva la cara cubierta con una máscara de la que destacan dos grandes cuernos.

Roba la gallina. Es tal vez uno de los personajes más graciosos. Generalmente lo personifica un hombre que se viste de mujer, con un gran vestido de colores que cubre unos grandes pechos postizos y un enorme trasero.

Lleva una sombrilla abierta para cubrirse del sol caribeño y en su particular andar llama la atención de curiosos que le persiguen a lo largo de su trayecto al son del estribillo “roba la gallina, palo con ella”.

Se me muere Rebeca. Está representado por una madre desesperada que va gritando a lo largo de la ruta del desfile que su hija está gravemente enferma. En su camino va pidiendo limosnas y dulces para su hija enferma. Mientras hace su recorrido vocifera el estribillo “se me muere Rebeca” a lo que el pueblo contesta “Ay Ay…. Ay Ay Ay”.

Calife. Es un personaje de corte social, vestido de esmoquin y lentes que critica a las más relevantes personalidades de los ámbitos políticos, sociales y culturales nacionales. Sus rimas van seguidas por un coro de seguidores que lo alientan a continuar sus criticas y revelaciones.

Los indios. Es un grupo o comparsa que se disfrazan como los habitantes originarios de la isla, los tainos. Estos utilizan elementos naturales, así como pinturas, plumas, arcos y lanzas.

Los Africanos o los tiznaos. Son individuos que viajan en grupo y a veces en solitario, que cubren sus cuerpos de color negro generalmente con carbón o aceite de motor quemado. El objetivo es representar a los esclavos africanos.

Participar del Carnaval Dominicano es una experiencia única, no importa en cuál de las provincias se encuentre. Sin embargo, tener la oportunidad de asistir al carnaval de Santo Domingo brinda al visitante una cosmovisión de lo mejor de todo el país.

Le garantizamos horas de diversión, risas, bailes y buenas fotografías. Así es el carnaval dominicano.