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La música de República Dominicana
Gracias a los éxitos del cantante Juan Luis Guerra, las músicas dominicanas se han hecho populares, dentro de ese grupo heterogéneo de músicas caribeñas que se suele denominar música salsa.
Bachata dominicana
Se le conoce también como género del amargue. Este ritmo surge de la espontaneidad popular, siendo los intérpretes del barrio sus artífices. Nace como un bolero de cuerdas, siendo considerado José Manuel Calderón por algunos investigadores como el iniciador de este género en los años 60 del siglo pasado. Posteriormente los cantantes Rafael Encarnación y Luis Segura la popularizaron para el gran público.
Desde los años 80, Luis Vargas se destacó como cantante, aportándole una armonía diferente a la que originalmente poseía la bachata en sus orígenes. Más tarde, Anthony Santos le incorpora un nuevo lenguaje con el empleo de la guitarra y la percusión. La bachata nueva comenzó en Montecristi, en las Matas de Santa Cruz.
Bachata y Merengue se disputan la primera posición en el mercado discográfico de la música dominicana, y en las preferencias de la gente de la calle. Los expertos en el tema no acaban de ponerse de acuerdo en cuál de los dos ritmos es el referente, y cuál tiene un futuro más prometedor.
Son
La discusión sobre el dudoso origen dominicano del son es antigua. Dicho género musical apareció entre los años 1870 y 1890, en la zona de Montecristi y Puerto Plata.
Durante muchos años se ha discutido la posibilidad del origen dominicano del son y si éste puede considerarse un ritmo nacional. Existe la teoría de que el son es una mezcla de elementos hispanos y africanos que parece haberse derivado del bolero, o es una forma nativa de tocar bolero rítmico que se mantuvo hasta los años veinte del siglo pasado.
Con el tiempo, a la manera de tocar este ritmo se le llamó bolero-son, y la tradición le asignó su creación a Miguel Matamoros. Generalmente, se habla de Lágrimas Negras como la primera composición musical realizada con esta variante, hecho que ocurrió en los años treinta.
En 1925 el Sexteto Habanero grabó sones por primera vez. En esa época, en el Cibao, y en especial en la provincia de Santiago, en República Dominicana, ya existían grupos similares. Desde entonces, la influencia de Cuba a través de la grabación y difusión de su música, sobrepasó las fronteras geográficas, culminando entre los años 1930 y 1950 con la propagación del son cubano en la República Dominicana.
Según algunos investigadores, lo que hoy conocemos como bachata fina no es más que el son al estilo de principios del siglo XX.
Merengue
Dicen los expertos que el merengue surgió en el año 1850, aunque no tuvo una aceptación inmediata por una parte de la poblción. No obstante, las características de esta música, que se bailaba de forma que las parejas permanecían en contacto, con un notorio aumento en el movimiento de las caderas, la hicieron pronto popular, ya que anteriormente las parejas bailaban separadas.
Al principio se interpretaba con instrumentos de cuerda, fundamentalmente con guitarras, pero se le fueron añadiendo otros instrumentos, como la guira, la tambora y el piano. Dos décadas más tarde, el acordeón sustituyó a los instrumentos de cuerda.
Otros ritmos dominicanos
Existen otros ritmos, quizás no tan conocidos fuera de las fronteras de la R.D., pero igualmente importantes en la cultura del país. Algunos de ellos son: la Yuca, el Zapateo, la Mangolina, el Carabiné, la Sarandunga, la Tumba, el Pambiche y los Atabales.
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